Luis García Vegas y yo hemos pasado la mañana del sábado en casa de Nona y Guillermo González.
Guillermo es un pianista que reflexiona constantemente sobre su trabajo. Su conversación se remite siempre a lo esencial, a esos aspectos que sólo una inteligencia como la suya puede percibir, para desmenuzarlos luego ante el interlocutor con una claridad portentosa.
Guillermo es un pianista que reflexiona constantemente sobre su trabajo. Su conversación se remite siempre a lo esencial, a esos aspectos que sólo una inteligencia como la suya puede percibir, para desmenuzarlos luego ante el interlocutor con una claridad portentosa.