viernes, 27 de abril de 2007

Rostropovich


El día que murió Claudio Arrau yo estaba con Miguel Frechilla. Hablamos un buen rato sobre la prodigiosa visión pianística de Arrau y escuchamos algunas piezas tocadas por el artista chileno. Miguel, pensativo, se lamentaba de cómo podía morirse en un instante la sabiduría acumulada a lo largo de tantos años. Hoy, al saber que Mstislav Rostropovich ha fallecido, me viene a la memoria esa conversación que cuento. Rostropovich: violoncellista y director, testigo de la Historia, de las convulsiones del siglo XX, en su ejemplar ética durante los años siniestros de la URSS. Conoció a muchos de los más grandes y estaba a su lado con toda naturalidad: era uno de ellos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Rostropovich me ha hecho disfrutar mucho. Efectivamente era uno de los más grandes.

Anónimo dijo...

Siempre tendremos a Rostropovich en las grabaciones, que gracias a Dios son muchísimas.

Anónimo dijo...

Noticias como esta dejan un leve poso de amargura.Leve porque ya está uno resignado.No por la muerte en si, inevitable siempre. En el caso de R., además,a una edad por encima de la media, con una carrera colmada. La noticia me mueve una vez más a lamenter, de ahi la amargura, el pobre bagaje musical del español medio. Sólo una escandalosa minoria tiene conocimiento y valora la figura, la obra,la actitud cívica, del artísta muerto. Desgraciadamente yo no estoy entre ellos. Victima,entre otras cosas, de un sistema educativo, de un ambiente, que no iba más allá en sus elogios que a un Raphael o Manolo Escobar. Lo de Serrat era un "elitismo" casi a ocultar en ciertas compañias .Por cierto, es a quien presume haber escuchado toda nuestra clase dirigente, no sólo política. Como si Serrat, más tarde Sabina, fuesen nuestros Rostropovich.