jueves, 9 de abril de 2009

Joaquim Garrigosa


Conocí a Joaquim Garrigosa en Tarrasa, cuando ambos formábamos parte del jurado en la IX edición del Concurso de Música de Cámara Montserrat Alavedra. Encontré en Quim un interlocutor inteligente y afectuoso, como pude comprobar de nuevo ayer, al recibirlo junto a su esposa en Medina de Rioseco. Una visita que me llena de alegría en estas horas ensombrecidas por una tristeza inesperada.

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Siento tu tristeza inesperada. Ya sabes que estoy a unos pocas decenas de quilómetros, para lo que necesites.

Merche Pallarés dijo...

Me ha dejado preocupada tu última frase... Espero que no sea demasiado grave, querido Diego. Besotes, M.

Isabel Huete dijo...

Deseo de corazón que esa tristeza inesperada sea pasajera.
Ayer, después de un montón de días sin tener tiempo para leer, terminé de un tirón "Razón y desencanto" y me ha encantado. Espero escribir algo sobre él en los próximos días en mi blog.
Una delicia.
Un besazo.

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Gracias por vuestro cariño.
Abrazos,

Diego

Joaquim Garrigosa dijo...

Ayer por la tarde vi en tu blog tu comentario de nuestro encuentro en la villa de Medina de Rioseco. Qué recuerdo más entrañable el de una amistad reencontrada durante un corto pero intenso espacio de tiempo! Esperamos que tu tristeza sea, como todas las tristezas, un espacio de tiempo que ayude a reemprender con más fuerza el camino. El miércoles pasado comprendimos que el "hasta luego" tan vuestro tiene un gran sentido en el reencuentro de la amistad.
Un fuerte abrazo.

Joaquim

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Querido Joaquim: no sabes cómo me alegró volver a veros. Fue realmente magnífico.
Abrazos,

Diego