martes, 29 de enero de 2008

Olivier Messiaen

Entre el dolor de cabeza y el temblor de la fiebre, me llega la música de Messiaen, su maravillosa obra Les Offrandes oubliées, la sensación precisa de un mundo que sólo es posible desde la generosidad y la belleza.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Yo aprovecho en momentos de júbilo para escuchar el quinto movimiento de Turangalîla.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

A cuidarse, que te espera la gira de conciertos.

Unknown dijo...

Qué bueno es aquello en la vida que te hace ilusión llevarlo a cabo