Hasta que no se hace una mudanza es imposible saber lo que puede almacenarse. Estoy, literalmente, invadido por el papel. Todo son cajas de libros, revistas, recortes de periódicos, cuadernos, carpetas... En otro apartado, películas y discos. Ahora me doy cuenta de que mi madre y Tere se quejan con razón de este afán compulsivo por adquirirlos. Necesito poseerlos, tenerlos cerca. Dámaso Alonso dijo que los libros abrigan. Y es cierto.
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