domingo, 23 de diciembre de 2012

Valladolid

Esta mañana he presentado en el Espacio Joven de Valladolid, junto a Fernando Manero, la exposición Etiopía, Kes be kes, de Borja Santos.

Con Borja y Fernando

Con Manuel Bocos y Luis García Vegas

Con Cristina Adeva Fernández, mi prima

Con Nuria Torres Lobo y Roberto Sanz Asensio

domingo, 9 de diciembre de 2012

Oración paralela


Al conocer la triste noticia de su muerte, leo de nuevo algunas de las cartas que Luis de los Cobos me envió desde 1994, año en el que está fechada la primera de ellas. Abro los sobres con ese pequeño temblor que sacude a la memoria cuando un tiempo se cierra para siempre y las palabras nos trasladan, sin esfuerzo alguno, al momento en el que llegaron a través del correo, recién escritas.
No había escuchado el nombre de Luis de los Cobos hasta que Miguel Frechilla lo pronunció en una de sus clases. Le mostré de inmediato mi curiosidad por estudiar las partituras de su amigo, nacido como él en Valladolid, y al que circunstancias de diversa índole habían llevado a residir en Ginebra. Sólo más tarde supe de la enorme fortaleza que constantemente opuso a la adversidad y al dolor.
Ignoro de qué podía yo hablarle, salvo por lo que deduzco de sus respuestas, pero me causaba asombro –y me conmueve ahora- la sinceridad con la que se dirigía a mí, expresándome el urgente deseo de finalizar ciertas obras frente a la enfermedad acechante, o la tristeza producida por la escasa presencia de su música en España. Todo esto estuvo presente en una conversación, inolvidable, que mantuvimos mientras dábamos un largo paseo por la ciudad donde transcurrió su infancia y juventud. Compró unos juguetes para sus nietos y vi que proyectaba en ellos una idea de felicidad llena de frescura y, también, de alivio y consuelo. Nos despedimos. Nuestra correspondencia fue espaciándose poco a poco y sus posteriores visitas me encontraron siempre de viaje.
Escucho una de sus primeras piezas. Le digo adiós y vienen, sin avisar, dos versos de Juan Gelman: “En mi puerta el sol dora / pasados por venir”. 

(Artículo publicado en El Mundo, edición de Castilla y León, el 9 de diciembre de 2012)

jueves, 6 de diciembre de 2012

Día de la Constitución

Pablo, con el recuerdo de la Mención que, junto a muchos otros amigos, me han entregado esta mañana en el Teatro Principal de Medina de Rioseco.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Límite del espejismo


Desde el comienzo de la crisis resulta curioso comprobar cómo una parte del léxico económico se ha incorporado naturalmente a las conversaciones de quienes, hasta el momento, jamás habían empleado esa terminología, ni mostrado el menor interés por estos asuntos. Así, en cualquier reunión podemos escuchar acaloradas discusiones entre un profesor de música y un botánico, pongo por ejemplo, a propósito de las “acciones preferentes”, el “relevamiento de las expectativas del mercado” o la “volatilidad de un valor”, apreciándose un especial énfasis en “la demanda agregada” o el “swap de divisas”.
Nunca he entendido que una materia primordial y omnipresente como la economía estuviera incluida de un modo tan escaso en los planes de estudio. Pero pienso que el empleo de estos conceptos está menos relacionado con un imprescindible afán por conocer que con el factor clave de todo tiempo crítico: el miedo. Al nombrar nos sentimos más seguros, y deseamos que ese aparente control del lenguaje nos permita dominar el temor y la angustia. Además, cuando se hace el esfuerzo de comprender algo para lo que no se tienen instrumentos de análisis, suele caerse en la intransigencia o en la melancolía, y la primera prueba es el alejamiento de un entorno, el propio, que sí se puede interpretar.
Al ponerse de relieve el drama de una pobreza que se agrava cada día, al ver cómo hay personas que se suicidan mientras quienes tienen orden de desahuciarles suben por la escalera de su vivienda, se ha desmoronado el espejismo de ser expertos en lo que se ignora, para sentir una empatía que nos acerque a quienes sufren y nos permita abrir un camino urgente y eficaz ante esta devastación económica y ética. 

(Artículo publicado en El Mundo, edición de Castilla y León, el 25 de noviembre de 2012)