Esta foto corresponde a ese día. Disfrutamos mucho. Félix-Antonio González aparece con Moneo y conmigo. Félix tiene un sentido del humor excepcional. Se empleó a fondo.
Moneo me pareció un hombre apasionado por lo que hace. Por la arquitectura, naturalmente, pero también por cualquier otra actividad. Hablaba de las viñas con enorme delicadeza y una ilusión fresca, estimulante al venir de una persona con una trayectoria de amplísimo reconocimiento internacional.
Dejamos para muy pronto una visita a La Mejorada con nuestro común amigo Antonio Baciero.
Será, sin duda, otro día feliz.
1 comentario:
Es evidente que el fotógrafo no está a la altura de los tres artistas retratados. Lástima.
Publicar un comentario