viernes, 20 de marzo de 2009

Medina de Rioseco


Ayer di un concierto en Medina de Rioseco, a beneficio del retablo mayor de la Iglesia de Santa María, recientemente restaurado. Desde que era niño me ha impresionado la majestuosa serenidad de su belleza. En Santa María tocaba el órgano y el armonio, fui monaguillo e improvisado guía. Frente a ese retablo mi padre se casó y, muchos años después, fue testigo de su funeral.
En el programa no podía faltar Recuerdo, la pieza que Albert Sardà compuso en memoria de mi padre. El azar -que según Borges es sinónimo de destino- marcó la fecha: 19 de marzo.

Fotos de Fernando Fradejas

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Un gran concierto. En especial me impresionó la Marcha del Santo Grial. Enhorabuena. Miguel

Alicia's Own dijo...

Qué lindo lo que contás y hermosa la foto.

Borja Santos Porras dijo...

Qué pena no haber podido acompañarte en el concierto.
Un abrazo,

Anónimo dijo...

Bonita manera de recordar a quien fue tan importante para ti.

José Manuel Brea dijo...

Ayer fue mi onomástica y me hubiese gustado asistir a tu generoso concierto. No pudo ser, por eso de las distancias insalvables; seguramente me hubiese impresionado como le sucedió a Anónimo. Tal vez en el futuro… Un saludo desde Gallaecia.

Anónimo dijo...

sin duda alguna, un concierto inolvidable.
Abrazos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Bien que sentí perdérmelo. Tenía intención de ir, pero una inoportuna gripe me ha dejado tocado.

Freia dijo...

¡Qué envidia los que pudieron escucharle en ese concierto!
Cuando se tiene de fondo ese retablo y se toca precisamente en esa fecha y con ese bagaje afectivo en el ánimo, estoy segura de que algo profundo, especial y mágico brotó de las teclas de su piano. Tuvo que ser un privilegio escucharlo en directo.
Un abrazo

Luis García Vegas dijo...

¡Enhorabuena por el rotundo éxito!
¡Otro más!

Ahora debes reponer fuerzas para los exámenes trimestrales.

Merche Pallarés dijo...

¡Precioso retablo! El concierto seguro que fue magnífico. Siempre me han apasionado los conciertos en las iglesias por la acústica tan especial y el entorno, generalmente, muy bello. Muchos besotes, M.