Procuro salir poco y con gran prudencia. Cuando lo hago es, fundamentalmente, porque la crisis económica ha saltado de los estudios a nuestros propios ojos, y creo que hemos de contribuir, con nuestra mínima aportación, a frenar esta caída a un vacío de consecuencias dramáticas. Pero, frente a muchos ciudadanos y establecimientos ejemplares, hay un excesivo incumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria: personas que no guardan la distancia precisa y llevan la mascarilla en la mano o la muñeca; comercios donde se permite tocar todo sin disponer ni siquiera de un dispensador de gel hidroalcohólico para los clientes... No puedo explicarme este grado de inconsciencia ante la terrible desolación que nos rodea.
1 comentario:
Habrá que acostumbrarse a esto ya que esto no se va rápido
sigamos dando el ejemplo
para los que no lo entienden
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