Hay personas que conservan una parte de nuestra infancia. Fragmentos de un tesoro que solamente ellas pueden poner de nuevo ante nuestros ojos. Juan Carlos Gómez guardaba las imágenes de mi niñez junto a La Oración del Huerto, porque él seguía mirándola con la misma autenticidad que entonces.
Carlos ha muerto. De pronto. En un instante. Él, que fue tan paciente toda su vida, tan generoso y bueno. Amó a una mujer, a Maricarmen Fuentes, mi querida amiga, y la esperó veinte años. Estoy seguro de que habría seguido esperándola mientras viviese.
Hoy, en Medina de Rioseco, todos nos sentimos pequeños ante el amor de Maricarmen y Carlos, envueltos en esa entrega maravillosa. Vamos a echar de menos sus manos entrelazadas por la calle, como si estuvieran escribiendo un poema para anunciarnos que la esperanza y la belleza caminan a nuestro lado, cada día.
5 comentarios:
Grande, muy grande,con la música post morte a su amigo Juan Carlos Gómez.
GRACIAS querido Diego porque con tu música dices aquello que las palabras no alcanzan a expresar y que es necesario contar.
Preciosa Plegaria Diego; D.E.P Carlos
Ahora hay que cuidar de ella, que no se sienta sola aún estando con sus seres queridos, abrazarla sin decir palabras.
Es una melodía llena de una belleza nostalgica
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