miércoles, 18 de junio de 2008

Ángel-Luis García Fraile

Ángel-Luis García Fraile se jubila. Resulta muy difícil imaginar la secretaría del Conservatorio de Valladolid sin él, ya que ha sido, durante más de tres décadas, una pieza esencial en la evolución del centro.
Siento por Ángel-Luis una gran admiración y un gran cariño. Ayer por la mañana, en el conservatorio, nos hemos reunido para decirle lo mucho que le vamos a echar de menos.


Luis García Vegas y Ángel-Luis García Fraile

4 comentarios:

Unknown dijo...

Si ya lo decía yo, que de tal astilla, tal palo...

Merche Pallarés dijo...

¡Qué bonito elogio! Besotes, M.

HELENA dijo...

Me sumo a tus comentarios, Diego.
Angel Luis ha sido alguien de enorme importancia para el Conservatorio de Valladolid.
Me hubiera gustado poder asistir a esa pequeña "despedida" de la que hablas, pero no sabía nada.

Desde aquí quiero enviar un abrazo lleno de cariño y admiración para él.

Fernando Manero dijo...

Miraba las fotos y no me lo podía creer. !Pero si es Fraile¡. En efecto, es Fraile, el compañero larguirucho, de voz fuerte y mirada generosa y sonriente. Hacia años que no le veía. Pero nunca le he olvidado. Compartí con él varios años cuando ambos éramos colegiales en el Mayor Santa Cruz. Comimos y cenamos juntos cientos de veces, en compañía de unos amigos que se distinguían por su sabiduría y buen humor. A veces se pasaban pero lo pasábamos bien. Fraile, así le llamábamos, imponía casi siempre sensatez en las discusiones, que eran muchas y a veces apasionadas. Nunca perdía la calma, el buen humor y hacia gala de saber decir en cada momento lo que convenía. Menudo verbo, reposado, cauto y pertinente. Fuimos juntos a ver Doctor Zhivago en el Calderón cuando se estrenó y esa noche fue la monda: una disertación magistral sobre la peli y lo que representaba. Aprendí mucho de él y lo recuerdo con afecto y simpatía. En una ocasión me presentó a su hermana, a la que invité al baile de la fiesta de Santa Cruz. Velada gratísima, con Cervera de Pisuerga, de donde es la familia, como tema estrella. Una mujer muy bella, algo tímida, y de gran clase. Nunca la he vuelto a ver. Y lo siento. Diego, por favor, dale un abrazo de mi parte a Angel-Luis. Le deseo lo mejor de lo mejor, porque se lo merece. Y recuerdos también a su hermana, con la que compartí la velada del Santa Cruz con las montañas de Cervera como fondo gratísimo. Un abrazo