Hace hoy diez años que murió mi padre. Unos meses después, varios amigos compusieron una pieza en su memoria. Aquel 28 de marzo es la que escribió Francisco García Álvarez.
Cuando muere alguien tan profundamente querido, es verdad que sigue con nosotros de muchas maneras. Pero también es cierto que vivimos ya incompletos, con su ausencia a nuestro lado cada día.
3 comentarios:
Un abrazo muy fuerte, Diego.
Lo estoy escuchando.
Muchas gracias a los dos.
Un abrazo.
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