He soñado con mi padre. Me miraba con esta música de Rameau. No es que sonase mientras nos veíamos, sino que su mirada era la música. La sigo escuchando aunque ya estoy despierto. Está a mi lado como me acompaña él, como nos acompañan quienes amamos: visibles sólo para nosotros, en esa parte de la vida que no podemos tocar, pero que sentimos con toda la fuerza de la emoción y la memoria.
1 comentario:
Emocionante, poético pero real. Ciertamente se percibe el calor de los que fueron que siempre te acompañan y te protegen
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