viernes, 29 de mayo de 2009

Grabación


Mañana grabaré dos obras para el disco en homenaje a Isaac Albéniz: Aquel 28 de marzo, que Francisco García Álvarez dedicó a la memoria de mi padre, y Miniaturas, de Armand Grèbol.
Queremos una visión de Álbeniz contextualizada, por lo que se incluirán partituras suyas, de su época y una muestra de cómo ha influido en creadores contemporáneos. En definitiva, una sístesis de los conciertos del ciclo.
La grabación es un testimonio interpretativo, una de las manifiestaciones posibles de esa música impresa, abierta a otras opciones, a miradas distintas y, por consiguiente, nunca definitivas.

lunes, 25 de mayo de 2009

Pamplona


El sábado di un concierto en Pamplona, para celebrar el ochenta aniversario de Agustín González Acilu, galardonado recientemente con el Premio Príncipe de Viana.

Tere y yo fuimos con Laura Arenas y Luis García Vegas. Allí encontramos a Miren Zubeldia y Francisco García Álvarez, a Manuel Bocos y su pareja. También, a Fermín Bernetxea, a quien no veía desde que ambos fuimos miembros del jurado en un concurso de Cantabria.

La casualidad hizo que Gaspar Llamazares se alojara en nuestro hotel. Conversamos durante el desayuno sobre la campaña electoral, que a él le llevó a Pamplona precisamente ese día.



Mi padre inició en la Clínica Universitaria su tratamiento de quimioterapia el año 2004. Pamplona es, para mí, un apretado nudo de recuerdos con mi padre como protagonista: aquel tiempo en el que luchamos tanto, en el que sentíamos una fuerza imbatible.

Lo primero que hice en la recepción del hotel fue preguntar si estábamos lejos de la Clínica. No sabía si atreverme a pasear por sus alrededores e incluso entrar al recibidor, a la pequeña librería, subir a la planta... No fui. Pero la duda no dejó de perturbarme durante todo el fin de semana.






miércoles, 20 de mayo de 2009

Angelines

Me pregunto de dónde saca la fuerza para continuar trabajando, para ilusionarse con iniciativas nuevas y no abandonarlo todo, de puro ridículo y minúsculo, ante la muerte de Elena.
Angelines Porres está pasando por los peores momentos de su vida y, sin embargo, es capaz de dar a los demás ese amor que, en sus actuales circunstancias, sólo puede brotar de seres humanos privilegiados, radicalmente prodigiosos.
Antes de que se dedicara a la política, en la presentación del primer Congreso sobre Creación Musical Contemporánea, dije que Angelines era una mujer maravillosa. Ahora, tras un buen número de años desempeñando una importante labor en el Ayuntamiento de Valladolid, lo sigue siendo. No es nada sencillo. La política deja estrechos cauces a la generosidad y al compromiso sincero por el bien común. De ahí que sea emocionante ver a Angelines, después de la enfermedad y la muerte de su hija, entusiasmada con una nueva adquisición de fondos bibliográficos o con las listas previsibles de concursantes al Premio Frechilla-Zuloaga.

Estábamos en una mesa repleta de papeles, pensando juntos, según expresión suya. De pronto me miró y dijo: "Diego, me gusta trabajar contigo". Jamás lo olvidaré. Me siento muy feliz junto a ella. Carlos Castilla del Pino aseguraba que "en la medida en que hay una ostentación hay también una deficiencia". Su actitud dialogante y sencilla, dispuesta a aprender y a empaparse de cuanto le rodea, es admirable en este mundo nuestro de vanidad desenfrenada.

Ya sabes, Angelines, que sigo sin descanso un precepto de Nietzsche: "Donde no puedas amar, pasa de largo". Y por eso mismo, querida amiga, estaré siempre a tu lado.
Te quiero mucho, Porres.

martes, 19 de mayo de 2009

Homenaje a Isaac Albéniz


Caja España patrocina una serie de conciertos y la grabación de un disco para conmemorar el centenario de la muerte del compositor Isaac Albéniz, una de las figuras más importantes de la cultura española de todos los tiempos.

Supone todo un honor para mí participar en este homenaje junto a pianistas a los que admiro y aprecio, como son Guillermo González, Claudio Martínez-Mehner, Ángel Huidobro, Judith Jáuregui y Juan-Manuel Consuegra, coordinados por Luis García Vegas, que ha volcado en este proyecto toda su experiencia y sensibilidad.



Calendario

MÁLAGA, miércoles 6 de mayo de 2009
Auditorio del Conservatorio Superior de Música
Guillermo González
Iberia, de Albéniz


VALLADOLID, jueves 21 de mayo de 2009
Salón de Actos de Caja España - Fuente Dorada
Claudio Martínez Mehner
Obras de Albéniz, Berg, Sciortino, Janacek y Debussy


PALENCIA, jueves 4 de junio de 2009
Auditorio Caja España
Judith Jáuregui
Obras de Albéniz, Villa-Lobos, Mompou y Ginastera


ZAMORA, jueves 17 de septiembre de 2009
Centro Cultural Caja España
Diego Fernández Magdaleno
Obras de Albéniz y compositores españoles contemporáneos


LEÓN, viernes 18 de septiembre de 2009
Centro Cultural Caja España Santa Nonia
Diego Fernández Magdaleno
Obras de Albéniz y compositores españoles contemporáneos


ZARAGOZA, jueves 15 de octubre de 2009
Auditorio Eduardo del Pueyo
Ángel Huidobro
Iberia, de Albéniz


BILBAO, viernes 20 de noviembre de 2009
Sociedad Filarmónica de Bilbao
Judith Jáuregui
Obras de Albéniz, Villa-Lobos, Mompou y Ginastera


MURCIA, lunes 23 de noviembre de 2009
Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas
Asociación Pro-Música de Murcia
Guillermo González
Iberia, de Albéniz


VALENCIA, noviembre de 2009 (día por determinar)
Palau de les Arts Reina Sofía
Ángel Huidobro y Juan-Manuel Consuegra (4 manos)
Obras de Albéniz, Oliver, Rodrigo, Turina, Granados, Falla y García Abril

viernes, 15 de mayo de 2009

Ha muerto Carlos Castilla del Pino


Un maestro lo es con independencia de lo que enseñe. Lo dijo Carlos Castilla del Pino y, de forma prodigiosa, se cumplía en él mismo. Era una de las personalidades más importantes de nuestro país, un intelectual formidable, un hombre comprometido con la democracia, con la verdad.

Me envió algunas cartas sobre mis libros, con su letra pequeña y su sabiduría inacabable. La noticia de su muerte me ha sorprendido leyéndole. No es ninguna casualidad: Pretérito imperfecto, Casa del olivo, las conversaciones que mantuvo con Anna Caballé y otras de sus obras son páginas a las que vuelvo constantemente.

Castilla del Pino expresó su deseo de morir escuchando, una y otra vez, la Nana de Manuel de Falla, en la interpretación de Victoria de los Ángeles, a la que admiraba tanto como yo a él.



martes, 12 de mayo de 2009

Valladolid

Toqué el jueves pasado obras de Fernando Remacha, Carlos Cruz de Castro y Armand Grèbol en la sala de cámara del Auditorio de Valladolid (Centro Cultural Miguel Delibes).
Profesores del Conservatorio en concierto, era el título del acto. Me hizo mucha ilusión participar junto a mis compañeros: Román E. Álvarez (oboe), José-Ramón Echezarreta (piano), Isabel Font (violoncello), Daniel Lorenzo (viola), Macarena Mesa (violín) y Javier Prieto (clarinete).

martes, 5 de mayo de 2009

Feria del Libro de Valladolid


Ayer tuve la gran satisfacción de presentar la última obra de Félix-Antonio González junto al propio autor y Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid, dentro de la presente edición de la Feria del Libro. En él se recogen doscientos artículos, publicados previamente en El Norte de Castilla, su casa, como él mismo dice, un diario en el que lo ha sido todo, incluso director y uno de sus principales referentes. Félix ha escrito miles de artículos, miles de crónicas, de reportajes. Recuerdo una portada de El Norte de Castilla, desteñida por el tiempo en el desván de mi abuela Amparo. En ella, cuatro firmas: Jorge Guillén, Francisco de Cossío, Miguel Delibes y Félix-Antonio González. Una portada para enmarcar como ejemplo de cualquier reflexión sobre literatura y periodismo.
Dice Félix que "hay que llorar cada muerte, indignarse ante cada injusticia, como si fueran las primeras del mundo". Ese modo de entender su profesión, de que la ética jamás sucumba a la costumbre de despreciarla, es toda una declaración de intenciones.


El origen de mi amistad con Félix tiene el sello de su padre, de mi búsqueda de partituras de ese inolvidable artista, por desgracia poco interpretado. Y ahí encontré la devoción de Félix por quien no sólo le dio la vida, sino que se la llenó, de un hombre que se convirtió en un modelo de conducta por su inquebrantable fidelidad a unos principios tan necesarios antes como ahora. El compositor Félix-Antonio ha estado presente en cada uno de los días de su hijo. Su presencia alienta las páginas de este nuevo libro, como un esfuerzo por hacer justicia, por rescatar del olvido a quien nunca debió habitarlo. Ese amor compartido es una de las claves de nuestra amistad y nuestro mutuo entendimiento.


Ha escrito Elías Canetti que "de cada daño que sufren los que amamos brota un mar de ternura". Podría ser un hermoso resumen de este libro. Porque en él hay un claro punto de vista sobre el mundo, un lugar desde donde parte la lúcida mirada de su autor. Y esa mirada nace, en numerosas ocasiones, de una reacción frente al dolor, de una reacción que no resulta rencorosa sino, más bien, amable, cálida, como ese mar de ternura que menciona Canetti.
Un mar que Félix-Antonio González, con su inseparable y maravillosa Carmen, nos ofrece como un regalo que añadir a los muchos que hemos recibido de su generosidad, de una escritura porosa, como recién mojada por ese mar de ternura.

domingo, 3 de mayo de 2009

Elena Murcia Porres

Acaba de llamar Luis García Vegas: ha muerto Elena, la hija de nuestra amiga Angelines Porres. Y un dolor conocido ha vuelto a punzarme. Un dolor del que no puede existir reflejo en la escritura. En nada.
Cuando ha sonado el teléfono estaba trabajando en la presentación de la última obra de Félix-Antonio González, que haré mañana en la Feria del Libro de Valladolid.

Como homenaje a Elena, trancribo aquí un poema de Félix:

Ha amanecido esta mañana...
¿Cómo
pudo olvidar el alba tu consigna?
¿Quién dio la orden de: ahora, si no estabas?
¿Quién ha vuelto a inventar la luz?
¿Quién pudo
improvisar el pájaro y el trigo?
¿Cómo el aire tenía
tan ágil el olvido de tus ojos,
de tus labios cerrando el alma apenas?
¿Cómo el viento podía no tenerte,
ya vuelo sin dolor de rama, puro...?
Y la fuente y el mar y el lago...
¿Cómo
pudo olvidar el lago tu sonrisa?

Que me estás en la pura voz, en la alta
luz, aún más luz, sobre esta luz pequeña...
Que te estoy en el peso, peso mismo;
Y este dolor total que te reclama
no puede darme tu recuerdo puro...

¿De qué hondísima mina insospechada
puede seguir naciéndose la vida,
si no estás?
¿Por qué brújula se rigen
los soles y los niños?
¿De qué fuente
nos volverá a manar la primavera?

¿Cómo ha podido ser, dime, que hoy, muerto
todo en tu muerte,
haya sencillamente amanecido?