El sábado di un concierto en Pamplona, para celebrar el ochenta aniversario de Agustín González Acilu, galardonado recientemente con el Premio Príncipe de Viana.
Tere y yo fuimos con Laura Arenas y Luis García Vegas. Allí encontramos a Miren Zubeldia y Francisco García Álvarez, a Manuel Bocos y su pareja. También, a Fermín Bernetxea, a quien no veía desde que ambos fuimos miembros del jurado en un concurso de Cantabria.
La casualidad hizo que Gaspar Llamazares se alojara en nuestro hotel. Conversamos durante el desayuno sobre la campaña electoral, que a él le llevó a Pamplona precisamente ese día.
Mi padre inició en la Clínica Universitaria su tratamiento de quimioterapia el año 2004. Pamplona es, para mí, un apretado nudo de recuerdos con mi padre como protagonista: aquel tiempo en el que luchamos tanto, en el que sentíamos una fuerza imbatible.
Lo primero que hice en la recepción del hotel fue preguntar si estábamos lejos de la Clínica. No sabía si atreverme a pasear por sus alrededores e incluso entrar al recibidor, a la pequeña librería, subir a la planta... No fui. Pero la duda no dejó de perturbarme durante todo el fin de semana.
Hermosas fotos de Pamplona!
ResponderEliminarQué bonito se ve el bar donde están!
Yo no he vuelto a Canarias desde la muerte de mi madre pero hay miles de rincones en Madrid donde nos veo juntas disfrutando de nuestra adicción a la vida. Es una mezcla de dolor por la ausencia y alegría por el bello recuerdo.
ResponderEliminarMe encanta Pamplona.
Un beso muy grande.
¡Qué bonitas fotos de Pamplona! ciudad que me gusta mucho. Lástima que te trajera recuerdos agri-dulces pero a veces es mejor volver a un lugar así y cauterizar bien la herida. Muchos besotes, M.
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