Tanto Antonio Muñoz Rojas como Félix-Antonio González (que, debo admitir no conocía, bueno, de Muñoz Rojas un poco más) son, como siempre que se va la gente válida, una gran pérdida. Que descansen en paz. Besotes, M.
Lo he sentido muchísimo y, aunque no le traté con frecuencia, siempre vi en el un hombre sensible, cariñoso, culto, enamorado de su tierra y siempre ilusionado con el dia siguiente. Me enseñó a descifrar la ciudad de Valladolid, a leer entre lineas, a imaginar lo que insinuaba. Un maestro y un hombre de bien. Te doy, porque sé que eras su amigo, el más sentido pésame. Un fuerte abrazo
El tiempo barre las personas que eran la ciudad de mi infancia.
ResponderEliminarQue la tierra le sea leve.
Una gran pérdida
ResponderEliminarTanto Antonio Muñoz Rojas como Félix-Antonio González (que, debo admitir no conocía, bueno, de Muñoz Rojas un poco más) son, como siempre que se va la gente válida, una gran pérdida. Que descansen en paz. Besotes, M.
ResponderEliminarLo he sentido muchísimo y, aunque no le traté con frecuencia, siempre vi en el un hombre sensible, cariñoso, culto, enamorado de su tierra y siempre ilusionado con el dia siguiente. Me enseñó a descifrar la ciudad de Valladolid, a leer entre lineas, a imaginar lo que insinuaba. Un maestro y un hombre de bien. Te doy, porque sé que eras su amigo, el más sentido pésame. Un fuerte abrazo
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