María del Carmen Galván y Teodoro Margareto han fallecido con unos días de diferencia. Nada más saberlo han venido esas imágenes que surcan los ríos de la memoria: las palabras, las luces de Rioseco desde la ventana del piso de la calle Ancha, donde eran nuestros vecinos. Siempre generosos, felices de que hubiera un bebé -mi hijo- en la casa. Tere y yo celebramos hoy el aniversario de nuestra boda. También es el día en el que murió Didi. La vida es esta suma de alegría y dolor. Recuerdo a María del Carmen y a Teodoro mirando al niño cuando nos cruzábamos por las escaleras. El sonido de la puerta al salir.
Qué extraña resulta la experiencia: cómo los hechos cotidianos son convertidos en pura emoción por la tristeza.
Bonito homenaje!
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