Es el final de un concierto en Madrid. Como siempre, Claudio aplaude y sonríe. Desde el primer día nos unió una profunda amistad, alimentada por la música y esa Castilla y León que él evocaba en todas nuestras conversaciones.
Claudio Prieto ha muerto. Siento una enorme tristeza. Cada vez que abra una de sus partituras volveré a recordar lo feliz que he sido con Mónica y Claudio, mi querido Claudio, un hombre bueno, un amigo inolvidable.
Con Mónica Guijarro, la inseparable compañera de Claudio.
Muchísimas gracias, Diego, tu apoyo es un consuelo y una ayuda en estos momentos tan duros. Un abrazo muy fuerte. Laura Prieto
ResponderEliminarMil gracias a ti, Laura.
ResponderEliminarSiempre le recordaremos.
Un gran abrazo,
Diego