En
el catálogo del compositor vallisoletano Jesús Legido hay una presencia muy
grande de las obras para voz, basadas en textos de escritores que él admira y
con los que se siente identificado de un modo especial. Los poetas Antonio Machado, César Vallejo o Miguel Torga forman parte de su mundo más íntimo, ese
mundo que está medido por la humildad y la duda, por la búsqueda de la belleza
y alguna seguridad ante la incertidumbre. Un
viaje dirigido hacia lo profundo, sin fáciles concesiones, siempre con un
extraordinario rigor, en la certeza de que, como señala Jorge Wagensberg, “una
innovación superflua es una solución sin problema”.
Después
de la muerte de su madre, Jesús comenzó un breve diario que acaba de publicarse.
Un monólogo que lucha por ser diálogo: se dirige a su madre, habla con ella, y
eso es posible, con toda su fuerza, cuando se escribe. Lo natural es escribir a
quien no está junto a nosotros: así la escritura se constituye en un vehículo
que no solamente nos permite dirigirnos hacia el otro, sino sentir que el otro
está vivo en nuestra escritura.
Hace
poco le planteé el cuestionario Proust y tras decirme que su ocupación favorita
es leer y viajar, que su color favorito es el azul y lo que más detesta es la intolerancia,
me respondió que su heroína en la vida real era su madre, y nos demuestra esa
fortísima unión y el poder del recuerdo para atrapar aquello que incluso podría
haber pasado desapercibido mientras era puro presente.
Jesús
Legido escribe a su madre y, al hacerlo, nos habla de sí mismo, de esa
necesidad de tenerla al lado, porque en la emoción de la memoria late la vida
y, según Carlos Castilla del Pino repetía, la verdadera muerte es el olvido.
(Artículo publicado en El Mundo, edición de Castilla y León, el 7 de julio de 2013)
LAS PALABRAS DEL AGUA
ResponderEliminarCREO ES UN TITULO MUY LLAMATIVO
PUES EL AGUADEBRIA DE PODER HABLAR
PUES POR EJEMPLO EN MI PAIS URUGUAY EL AGUA ES MUY MUAL CUIDADA.-
CREO QUE EN EL MUNDO,EL AGUASE CUIDA CUANDO NO LA TIENEN