Hubo muchos amigos en el recital de ayer. Algunos, como Pedro Ojeda -acompañado por su hija Elena y una sobrina- era la primera vez que asistían a un concierto mío. Me alegró muchísimo encontrarlos.
Quiero escribir hoy sobre una persona que lleva años asistiendo a todo lo que hago en Valladolid: Ángel Torío, que fue catedrático de Derecho Penal en la Universidad de Valladolid. El abrazo con el que nos despedimos y sus siempre cariñosas palabras compensan con creces algunas ausencias.
Todo un honor para mí. Un ejemplo para todos.
Doy cuenta hoy de tu recital en mi blog. Fue todo un placer: por la música, por el reencuentro. También con Álvaro.
ResponderEliminarUn abrazo.
He leido el maravilloso post que Pedro ha escrito sobre tu concierto. A ver si algun dia vienes a Ibiza!!! Si no, cuando me jubile iré a verte/oirte a algun lugar de la Peninsula. ¡Enhorabuena! Besotes, M.
ResponderEliminarPedro: muchísimas gracias.
ResponderEliminarMerche: encantado de verte, en Ibiza o en cualquier otra parte.
Abrazos a los dos,
Diego
Diego, gracias. Me has hecho llorar...
ResponderEliminarLamento no haber compartido contigo el concierto del sábado. Te imaginarás.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.