Anteayer vi Omagh, la película basada en el atentado que perpetró hace una década el denominado IRA auténtico. Un relato que sitúa, milimétricamente enfrentadas, la acción de los criminales y la de sus víctimas.
Y hoy, la barbarie asesina de ETA ha acabado con la vida del socialista Isaías Carrasco. No hay nada que entender. Sólo sentimos dolor y rabia.
¿A qué conflicto se refiere la bestia que ha disparado? ¿A qué opresión? ¿A qué política?
Dan asco. Espero que no consigan su objetivo y la gente vaya a votar sin miedo en Euskadi.
ResponderEliminarYo ya no tengo palabras. He hecho una entrada sobre el tema en mi blog. Besotes, M.
ResponderEliminarLos problemas de Blogger de estos días me han impedido comentar tu entrada.
ResponderEliminarLo hago hoy, día 9 de marzo, después de ejercer mi derecho al voto. He votado, como siempre, por mí y por la conciencia de los que no pudieron hacerlo ese día, como los asesinados por ETA.
Saludos.