domingo, 24 de febrero de 2008

La Santa Espina

Comida y paseo por La Santa Espina para celebrar el cumpleaños de mi madre, que fue el pasado jueves. Platos magníficos y abundantes que nos han dejado exhaustos. Tranquilidad entre los muros del monasterio, el silencio del claustro y la calma del paisaje.

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