Un día triste como el primer movimiento del concierto de Copland para clarinete: una tristeza serena y sin tragedias. Una tristeza del primer mundo, pero que va calando, igual que cuando llueve mansamente y nos percatamos sólo cuando ya no hay remedio.
La melancolía es el perfume que brota de los poros del mundo. A veces la costumbre atenúa su aroma. La lucidez, entonces, consiste en ser capaz de olerlo y seguir adelante.
Sigamos adelante, Diego.
ResponderEliminarFELIZ AÑO DIEGO!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarESPERO Q ESTES BIEN
Y Q SE TE CUMPLAN TODOS TUS DESEOS
UN BESAZO!!!
Nuria: lo mismo te deseo.
ResponderEliminarMuchos besos,
Diego