Llevo unos días muy cansado sin saber la razón. Esta mañana se han sumado vómitos y dolor de cabeza. Hasta las dos y media mi medicina ha sido el DVD: Mozart: Concierto para clarinete y orquesta, Sinfonía nº 25. Beethoven: Concierto para piano y orquesta nº 3. Bruckner: Sinfonía nº 7.
Por la tarde, al conservatorio.
¿Estaría en lo cierto Juan Eusebio Nieremberg...?
Mucho mejor que los antibióticos y el ibuprofeno. A cuidarse.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero, querido Diego, que el domingo no estuvieras incubando nada..
ResponderEliminarCuídate.
Saludos.
Hola, espero que mejores pronto. Si todo va bien, iré a la presentación de tu disco.
ResponderEliminarUn beso
Diego! yo también estoy fatal...con un constipado...impresionante.
ResponderEliminarAsi que tu medicina ha sido ir al conservatorio a estar con tus alumnos...;)
Cuidate mucho!
un abrazo.
Se me cuide, que quiero verle el sábado en plena forma.
ResponderEliminarUn abrazo
Excelente medicina, Diego. Espero que haya surtido efecto...
ResponderEliminarUn abrazo desde Gran Canaria.
Saramago atribuye, por obra y gracia de la inventiva literaria, un milagro curativo a Domenico Scarlatti y a su música en "Memorial del convento", concretamente el día que el italiano, yendo a visitar a Blimunda, "retiró la lona que cubría el clavicordio, se sentó y empezó a tocar, blanda, suave música que apenas osaba desprenderse de las cuerdas levemente heridas (...) Aquella noche Domenico Scarlatti se quedó en la quinta, y tocó horas y horas hasta la madrugada, ya Blimunda tenía los ojos abiertos, le fluían despacio las lágrimas, si hubiera aquí un médico diría que así purgaba los humores del nervio óptico ofendido, tal vez tuviera razón, quizá las lágrimas no sean más que eso, el alivio de una ofensa".
ResponderEliminarNo es mal remedio, no.
Un saludo cordial.