Francisco Ayala narra, en Recuerdos y olvidos, el regreso tras casi cincuenta años de ausencia, a su ciudad natal, Granada: "todo seguía igual; todo respondía y se ajustaba en seguida a la imagen de mi recuerdo. No era tanto que yo reconociese lo que encontraba; es que buscaba lo que deseaba encontrar, reconocer. Nada había cambiado".
En El regreso, de Alberto Manguel, sucede exactamente lo contrario. Un hombre vuelve a la ciudad que abandonó con urgencia muchos años atrás. Al lector le van inquietando las persistentes coindidencias, el surgimiento de una ciudad fantasmagórica, espectral.
La respuesta es terrible.
Me dejas alucinado de la cantidad de libros que lees, es la leche!!
ResponderEliminarLa literatura de Ayala es fantástica, pero todos los homenajes que se le están rindiendo últimamente me traen a la memoria una frase que decía mucho Cela: "El que resiste gana".
ResponderEliminarSin duda.
ResponderEliminarBesos,
Diego