François Mitterrand fue un hombre compejísimo, casi hermético en algunos aspectos vitales y políticos. Sus circunstancias históricas también lo fueron. Acabo de ver El paseante del Champ de Mars, la película de Robert Guédiguian que retrata el fin de su vida. No era nada fácil encontrar un actor a la altura del personaje, pero es indudable que Michel Bouquet lo encarna con una precisión extraordinaria.
Hombre con múltiples aristas, no todas agradables. Buena película, recomendable. De esas en las que de vez en cuando alguien reflexiona de verdad sobre parte de la historia.
ResponderEliminarEs una película rodada con inteligencia, con silencios y gestos sugerentes, que sirven como camino a la psicología de Mitterrand.
ResponderEliminarLuego dicen que el mundo marcha bien...es para llorar, gracias Diego.
ResponderEliminarRober